Para chuparse los dedos! Literalmente, es lo que terminaras haciendo después de cada espectacular plato y no es para menos.
Pamplona es conocida no solo por su fiesta más internacional «los San Fermines», además por su tradición gastronómica en miniatura, los conocidos pintxos, una forma diferente de degustar productos frescos y variados, acompañados de zuritos o txakolis de una barra a otra.
Como sabéis somos mentes inquietas en lo que se refiere a la gastronomía y es por ello que queríamos degustar los afamados pintxos de forma diferente, sentados alrededor de una acogedora mesa, donde la cocina se desmarca un poco de los tradicionales restaurantes de Pamplona, buscando un trato más cercano e intimo, ese lugar es el Restaurante Ábaco.
Ábaco se encuentra en una zona emblemática de Pamplona, en la Cuesta de Labrit, en la ubicación del antiguo Restaurante Hartza.
Ábaco es ese lugar donde descubrir la aplicación de la innovación a la tradición gastronómica, ese lugar que cuenta con numerosos galardones, además de obtener un Sol en la Guía Repsol España, cuenta con dos oros en el Campeonato de Pintxos de Euskal Herria, cuatro oros en la Semana del Pincho de Navarra y premio al mejor Concepto de Tapa y mejor Tapa Vanguardista en el Campeonato de España de Valladolid, ese lugar donde vivir una “experiencia gastronómica única”.
El restaurante cuenta con una acogedora terraza, aunque el día lluvioso no acompañaba, es una cita pendiente para tapear cuando salga el sol! Al entrar nos encontramos con un local de dos plantas de decoración minimalista, moderna y desenfadada. Además en la segunda planta puedes disfrutar de unas vistas excepcionales de plaza de toros, punto neurálgico de los San Fermines.
El chef Jesús Iñigo nos propone una elaborada carta que se divide en pintxos, para compartir, del mar , de la tierra, del azúcar y bocado dulce, aparte ofrece dos menús, Bussines y Menú Abaco (menú degustación).
Nos decantamos por el Menú Ábaco (aconsejable), es un menú de nueva creación, diferente, con platos originales, donde algunos de ellos se recomiendan comer con las manos y en pequeños bocados, lo que hace que cada bocado sea una experiencia de sabores.
Para maridar el menú, elegimos por recomendación del Maítre un vino blanco afrutado, Viñas del Vero, que encaja a la perfección con cada uno de los pintxos que vamos a degustar.
Cada plato te deja con la boca abierta y sube de nivel, espectacular la mezcla de sabores y olores, los emplatados cuidados y delicados… Todo un espectáculo para los sentidos (los cinco sin excepción!).
Comenzamos con un aperitivo, compuesto por un crujiente arroz, sobre el cual hay una crema de patata con miel, un entrante que empieza a poner en marcha la maquinaria de nuestras papilas gustativas.
Con el primer pintxo que recibimos, nuestras manos están encantadas de llevárselo a la boca, se trata de un «mollete de mejillón», donde prima el sabor a mar de la combinación del mejillón con las huevas de pez volador.
A continuación nos sirven uno de los pintxos más conocidos del menú «Esponja de anchoa y aire de ajoblanco», ya que ha sido ganador del concurso de pintxos de euskal herria. Es sin duda alguna toda una obra de arte gastronómica desde que lo ves, percibes ese olor a ajoblanco de su espuma, cuando lo saboreas en tu boca, con esa esponjosidad del pan, acentuado con el sabor de las anchoas frescas y con el equilibrio perfecto del punto de sal.
Pasamos al siguiente pintxo «Tosta de anguila con gelatina de citronella y mahonesa dashi», al introducirlo en la boca notas el punto adecuado de cocción de la anguila que conjugado con el sabor ahumado que da la gelatina de citronella hace sublime este pintxo tanto que te obliga a degustarlo poquito a poquito para saborear cada instante, incluso cada dedo de tu mano, en busca de un poquito más.
El primer pintxo caliente que nos sirven es el «Royal de setas», en el que podemos encontrar una combinación de diversas setas con un huevo casero y trufa, nos aconsejan mezclarlo todo y la verdad que la unión de todos los elementos hace un plato muy llamativo en el paladar.
Entre copa y copa de vino nos dirigen al pintxo de «Kokotxas de bacalao, foie y caldo garbanzos», este plato al inicio del servicio podía ser cambiado por uno de Merluza, ya que nos explicaron que mucha gente la textura de las Kokotxas no le resultaba del agrado. En nuestro caso hemos de decir que tanto el foie hecho a la plancha con las Kokotxas y el caldo de garbanzo armonizaba en el paladar de forma correcta, quizás debemos ponerle una pega tanto al grosor de la kokotxa como al punto de cocción, no siendo del todo adecuado para el plato que esperamos.
El último de los pintxos del menú y no por ello el menos importante es «Nuestra cochinita pibil» que se compone de un talo de maíz inflado cuyo interior tiene la carne de cerdo con un punto de cocción que se deshace en la boca.
Y llega el momento goloso que tanto nos gusta para cerrar cualquier menú degustación, en este caso comenzamos con «Merengue de grosella negra, fresa y queso» es un postre que pide comerlo con las manos, es de textura exterior similar a la de los macarons y con un interior con una crema de mascarpone. Literalmente nos chupamos los dedos con el postre.
Cuando parece que ya no nos queda más hueco en nuestro estómago, tenemos el segundo postre «París-Brest» de turrón, que debido a las fechas en que nos encontramos es un roscón de reyes en miniatura, la verdad que lo han hecho genial, porque no notamos la diferencia con el típico roscón, bueno quizás si, en que no hay la figuritas.
Y llegado al final de cualquier menú de degustación y como antesala de los cafés, nos sirven los petit fours, hemos comido en varios restaurantes dichos postres, pero en el restaurante Ábaco hemos de darles la enhorabuena ya que se salen de lo convencional, mostrándonos uno de rocas de chocolate blanco y curry, otro de trufa de frambuesa y el de nubes de maracuyá, innovación gastronómica al poder!!
Gracias al equipo de Ábaco por sorprendernos, por el trato familiar, por hacernos sentir como en casa y por el gran servicio que ofrecéis.
Gracias a los Reyes Magos por un regalo original y divertido ;).
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