Cambiaríais un partido del Atletic de Bilbao por comer en Marqués de Riscal? Difícil decisión, pero había que elegir…
En el corazón de la Rioja Alavesa se encuentra la población de «El Ciego«, la construcción de la ciudad del vino diseñada por Frank Gehry en las bodegas Marqués de Riscal, han dotado a la villa de un reconocimiento mundial.
En esta ocasión visitamos uno de los destinos de referencia gastronómica de la región, dotado con 1 estrella Michelin. Diseño, arte, gastronomía y vino se combinan en un entorno único para formar una autentica obra de arte.
El espacio dispone de un hotel englobado dentro de la red Luxury Collection, un Spa donde relajarse y disfrutar de los tratamientos creados alrededor de las propiedades de la uva, la bodega que ofrece visitas guiadas y catas, y dos restaurantes un bistro «1860 tradición» y el restaurante Marqués de Riscal, todo ello rodeado de viñedos y llamativas vistas.
Al entrar al edificio tienes la sensación de que se cuida hasta el más mínimo detalle de tu estancia, para que puedas disfrutar plenamente del momento, nos acompañan hasta la planta del restaurante y al entrar el jefe de sala nos indica cual es la mesa de nuestra reserva pero le indicamos que queremos una mesa que este cerquita de la ventana (los que nos leéis a menudo conocéis esta preferencia nuestra), muy amable nos proporcionan dicha mesa sin menor problema, las vistas a la sierra y a los viñedos son espectaculares.
Elegimos el «Menú 12 Ideas», un menú basado en la innovación culinaria bajo la dirección del chef Francis Paniego que cuenta con dos estrellas michelín en su restaurante el portal de Echaurren de Ezcaray, uno de los restaurantes que tenemos en nuestra lista.
Comienza el espectáculo culinario con la reinterpretacion de algunas de las tapas clásicas, Sarmientos, Aceitunas negras, Esta tierra de un bocado y «Nuestras croquetas», cada uno de ellos te sorprenderá por la presentación, visualmente te parece una cosa, como por ejemplo las aceitunas negras realmente no son aceitunas, sus ingredientes son queso y anchoas. Su sabor esta creado de tal forma que parece que te estas comiendo realmente una aceituna, lo mismo con el resto excepto las croquetas todo un clásico.

En cuanto a los platos principales, están formados por productos autóctonos de la rioja alavesa pero con el argumento gastronómico de engañar a nuestra vista para luego sorprendernos en nuestro paladar. Degustamos los siguientes platos:
- Hierba fresca o comerse una pradera de alta montaña.
- Bajo un manto de hojas secas, recreando un paseo por un hayedo
- Remolacha asada a la sal, sobre tierra, tallarines de sepia y esfera de yogurt
- Gambas al ajillo y su trampant-ajo
- Láminas de bacalao, con un ligero gusto de parrilla y carbón
- Bombón de cordero glaseado con un toque de gengibre y lima.
Acompañamos la comida con unas copas de vino recomendación del Sumiller, un vino blanco Marqués de Riscal Savignon y un vino tinto Marqués de Riscal Arienzo.
Pasamos a los postres donde tomamos unas milhojas de manzana con helado de yogurt y miel y un postre de chocolate y pimiento, el cual nos pareció sublime el equilibrio del picante del pimiento rojo y el chocolate negro.
Terminamos la velada en la planta más alta del hotel, donde se encuentra la Biblioteca lounge, allí disfrutamos del café, los petit fours y una deliciosa infusión de hierbas aromáticas recién cortadas y preparada al instante.
No todos los días se puede comer debajo de una estructura metálica en un entorno privilegiado rodeado de viñedos centenarios, pero darte el capricho de vivir la experiencia un día, es uno de esos pequeños placeres de la vida.
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2 comentarios sobre “Visita a la Ciudad del Vino – Bodegas Marqués de Riscal”