El barrio húmedo de León es bien conocido por sus tapas, vinos, despedidas de solter@, pero también por sus precios low cost para llenarte la barriga y refrescar el gaznate.
Te proponemos un viaje al paladar en el que dejamos de lado la tradicional cocina leonesa, las tapas abundantes, sus menús del día, los momentos de barra; para adentrarnos en un gastrobar del barrio húmedo en el que la innovación gastronómica con guiños a diversas cocinas del mundo a un precio moderado es la esencia del restaurante Becook.
Los chefs David García Guerra y Mario Gómez Soria han elaborado una carta de originales platos como tataki de pato, steak tartar, roast beef, vieiras thai.. pero también de platos más cercanos como las croquetas de morcilla de León, el güevo frito, el mollete de vaca, atún, salmón…un reclamo más que interesante para las personas disfrutonas que les gusta salirse de lo convencional, gastronómicamente hablando.
Como buenos disfrutones no podíamos perdernos la oportunidad de disfrutar una velada gastronómica diferente en la ciudad de León. Nos sentamos en una de las mesas del coqueto comedor y nuestro olfato ya empieza a percibir el aroma de los diferentes platos que nos esperan. Esta impresión la percibimos gracias a su cocina abierta al público, una de las tendencias que suelen caracterizar a los denominados «gastrobares» actuales.
Una vez leída su carta, que suele variar con cierta frecuencia introduciendo productos de temporada, nos decantamos para comenzar a mover nuestras mandíbulas por el más que recomendado «güevo frito«, es un huevo frito que está rebozado con panko y frito a 62°C ni uno más ni uno menos. Además para hacer rock & roll del bueno en nuestras bocas, lo acompañan de un kétchup de piquillo. El huevo está para chuparse los dedos «literalmente», ya que es crujiente por fuera y cuando lo muerdes se produce un big bang en tu boca que te encantará. Momentazo yummy para empezar, no ha estado nada mal.
El segundo plato que vamos a saborear es una Créme Brülée de foie, este plato francés, destaca por el buen saber hacer de los cocineros, al conjugar tres factores: un buen foie, un componente dulce (jalea de ciruelas pasas) y un genial pan artesano. Con todo ello, hemos tenido nuestro momento toma pan y moja, rememorando nuestros tiempos de niños.
Pasamos a los platos principales y elegimos por un lado «Ibérico» y por otro el «Mollete de vaca«.
El ibérico es una pieza de cerdo cocinada a baja temperatura durante 12 horas(normal que se deshaga en la boca), además la mejoran con una salsa agridulce, que provoca que quieras devorar el siguiente trozo, sin haber terminado de masticar el que tienes en tu boca.
El mollete de vaca, es una interpretación de una hamburguesa, en la que la carne mechada es sobresaliente, el brioche no tanto. Y culminado con un huevo en el centro del brioche. En nuestra opinión, el dulzor del brioche aporta poco a este plato, ya que la carne en sí, tiene un saborazo que podría haber sido presentado con otro tipo de pan. Será por panes sabrosos en esta tierra leonesas, verdad?
Todos los platos que os hemos mencionado los hemos acompañado con cerveza artesana Alhambra (somos muy cerveceros y poco vinachones), aunque nos hubiera gustado saborear una artesana Leonesa, pero no disponían de ella. Y agua «purificada», o sea agua del grifo, «filtrada» y cobrada a doblón, en un restaurante con ese encanto culinario no debería tener desencantos de este tipo con sus clientes………
Para finalizar nos lanzamos de cabeza a los postres, ese momento dulce donde el Becoock, pone la guinda al pastel de esta velada gastronómica.
Disponen de 6 postres, con unos nombres muy originales «Volcán de cerezas», «Gin Tonic», «Golden Chocolat», «Roger Rabbit cake», «Leche,cacao, avellanas y azúcar», «Drácula de Bram Stroker» que nos evocan a recuerdos de la generación de EGB, el cual agradecemos enormemente.
Nos decantamos por el «Golden Chocolate«, si te gusta el chocolate, tanto que cada comida que haces este alimento tiene que ser el broche final de la misma. Este sin duda es tu postre!! Es una simulación de una tableta de chocolate con caja y todo. En la que degustarás chocolate negro con diferentes ingredientes (curry, escamas de sal,toffe,naranja…)
El otro postre que ha elegido la disfrutona de viajar al paladar es Drácula de Bram Stroker, que es ni más ni menos que la interpretación del famoso helado de los 80 presentado de forma muy sorprendente usando el nitrógeno líquido como si saliera el postre de ultratumba, todo un espectáculo para la vista y el gusto, no deberías salir del Becook sin probar este postre.
Nuestra experiencia en Beecock ha sido más que notable, si lo que buscas es una velada gastronómica que se salga de la tradicional cocina Leonesa pero sin dejar de lado los productos locales, sin duda este es tu restaurante. Eso sí vas a tener que rascarte un poco más el bolsillo que si sales de cortos y tapas.
Restaurante Becook
📍Calle Catareros 2, 24003 León.
☎Reservas: 987 01 68 08
*(Se recomienda llamar para reservar y no te sorprendas si te proponen dos turnos de reserva)
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Un comentario sobre "Becook, un gastrobar diferente en León"