En los tiempos que corren, en los que la revolución culinaria está en auge, ha pasado de moda decir de nos vamos a cenar a un restaurante, ahora está de moda ir a cenar a un gastrobar. Al final el marketing o el postureo es lo que funciona ;).
¿Y que es un gastrobar? Desde nuestro punto de vista se puede definir como un lugar donde degustar alta cocina, o cocina creativa, en miniatura a precios asequibles, una nueva filosofía de cocina donde priman los productos frescos y de calidad. Aunque el nombre, o apellido, gastrobar, a veces se aleja de la definición.
Nosotros también hemos sucumbido a probar su suculenta cocina, guiados por las críticas tan positivas y acompañados de nuestros nuevos colaboradores, nos fuimos a cenar a BIZIKLETAK GASTROBAR.
En el barrio de Arguelles, nos encontramos con un local con encanto, original y con propuestas realmente diferentes. Es un local pequeñito, con espacio para 4 o 5 mesas, muy acogedor, donde la atención es cercana y personal.
La decoración moderna, donde la bicicleta es la protagonista, las paredes están decoradas con pequeños detalles y ruedas, por ejemplo, como lámparas.
Al sentarte en la mesa te encuentras con el plato y los cubiertos enrollados en una servilleta atada con un poco de cordel, lo que da un toque rustico.
La carta tiene forma de pequeño rectángulo con las tapas de madera y el logotipo del restaurante grabado, cada página tiene dos caras, las bebidas están en la cara de atrás, se abre como un abanico.
Como detalle el agua que te sirven es filtrada y tratada en el propio restaurante, denominada agua km0, últimamente muchos locales están optando por servir su propio agua y encima la cobran, la verdad que no se nota diferencia.
Nada más sentarte te traen pan en forma de tostaditas delgadas con pimienta negra espolvoreada y unas patatas fritas sobre una espuma de albahaca que es una maravilla, perfecto para ir abriendo apetito.
La carta esta ideada para pedir varios platos y compartir, son platos pequeños (tipo tapa), éramos cinco comensales y tuvimos que pedir más de una ración de cada uno. La presentación y emplatado de cada uno, de 10.
Comenzamos con falsa pizza, es pizza de calabacín con queso y con una masa finita, que estaba realmente rica y elaborada con productos saludables.
Paleta de foie y cacahuetes garrapiñados con mermelada de cerveza rubia. Solo pedimos una y nos quedamos con ganas de más, la mezcla de la textura cremosa del foie con los cacahuetes y la mermelada es maravillosa.
Unos Raviolis rellenos de alubias de Tolosa con su sacramento y salsa de berza con guindillas. Al verlo pensamos raviolis rellenos de alubias? Habrá que probarlos… pero personalmente fue el que menos nos gustó, la salsa un poco insípida y encontrarme alubias como relleno de los raviolis, una mezcla arriesgada y pensamos que no del gusto de todo tipo de paladares.
Corvina con salsa de coco y curry rojo, repetimos ya que el producto era fresco y tanto la salsa como el curry tenían el punto justo para que el paladar pidiera un bis de este plato .
Cordero cocinado a baja temperatura con polenta aromatizada con tomillo y reducción de su salsa. La carne con una textura perfecta, como mantequilla y la salsa un exquisitez.
Fuera de carta la amable camarera nos ofreció unas alcachofas con una salsa suave con trufa y almendras, realmente una muy buena recomendación.
Para terminar, nos pedimos los tres postres que ofrecen en la carta, teníamos que probar todo!!
Tatin de manzana caramelizada, acompañado de intxaursalsa y helado de vainilla.
Brownie de chocolate blanco con fresas macerada en reducción de modena y helado. Las fresas eran las protagonistas, estaban buenísimas, con un sabor especial. El brownie de chocolate no se notaba apenas, de hecho, más bien parece un helado de nata o algo parecido.
Mamiak con mermelada artesanal de boniato y miel ecológica (para que nos enteremos era cuajada de leche fresca de oveja latxa). Este fue el menos éxito tuvo, la cuajada estaba templadita y en sí no tenía mucho sabor, mezclada con la miel bien, pero la mermelada de boniato tampoco gustó mucho.
Estos son algunos de los platos que puedes encontrarte, pero tienes muchos más, y seguro que te encuentras con sorpresas diferentes porque la carta la cambian cada temporada.
De precio, éramos cinco, aparte de los platos que os hemos mencionado, pedimos dos botellas de vino blanco y pagamos unos 25 euros por persona, los platos van desde los 4€ a los 10€ aproximadamente, sin sorpresas, dentro de la media de lo que se paga por cenar en un restaurante del centro de Madrid.
Como conclusión, efectivamente es un gastrobar, lo que significa que los platos son muy bonitos pero muy pequeños, está pensado para probar platos novedosos, de un nivel de cocina alto, pero no para comer en grandes cantidades y salir con sensación de haber comido mucho. a pesar de todo tenemos que reconocer que es un lugar interesante, y merece la pena hacer una visita.
Puedes consultar su propuesta gastronomica aquí:
http://www.bizikletak.com/index.php/nuestros-platos
No te pierdas visitarlos en las redes sociales y visitar su divertido blog, donde te cuentan anécdotas de lo más sorprendentes.
http://www.bizikletak.com/index.php/blog-bizikletak
Ah y si te animas a ir, no te olvides de reservar! esta muy cotizado ;).
Dirección: C\ Meléndez Valdés 52, Madrid
Teléfono de reserva: (+34) 918 266 173
Web: www.bizikletak.com
Una propuesta muy interesante. Últimamente parece que el concepto de gastrobar se está volviendo a poner de moda de nuevo.
Me apunto esta recomendación de la BIZICLETAK en mi lista para ir a cenar y probarlo. Muchas gracias.
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Muchas gracias por tu comentario Miguel, deseamos que disfrutes tanto como nosotros de la experiencia.
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