Oír hablar del cocido maragato es relacionarlo con Astorga, capital de La Maragatería, y donde destaca el Palacio Episcopal obra de Antonio Gaudi, que merece la pena visitar, pero la comarca tiene pueblos curiosos que no te puedes perder.
A cinco kilómetros de Astorga se encuentra Castrillo de los Polvazares, por el que discurre el Camino de Santiago y no hay excusa para acercarse y descubrir uno de esos pueblos por los que parece que no ha pasado el tiempo. Pasear por sus calles empedradas con cantos rodados es como pasear por otra época, la de los arrieros maragatos. Se respira silencio y tranquilidad.
Las casas aún conservan la esencia de antaño, son casas de arrieros con sus amplios patios para el carro y los aperos necesarios, inmensas cocinas con fogones de leña donde seguramente se sigue cocinando el famoso cocido maragato de forma tradicional y fama internacional.
En una de nuestras visitas a la zona decidimos ir a comer el plato por excelencia de la zona, pero nos planteábamos ¿dónde vamos a comer el cocido maragato?, la oferta de restaurantes es amplia, para el tamaño del pueblo. Nosotros nos decidimos por el célebre cocido de Casa Coscolo, conocido como “Cocido de Coscolo” donde la atención es impecable, el trato es cálido y familiar y te sientes como si estuvieras sentado en la mesa de tu casa.
Nada más entrar en el establecimiento, nos recibió de mil amores Eva y nos indicó donde sentarnos y el aperitivo con el que íbamos a comenzar, una tosta de cecina de León con queso parmesano.
El cocido maragato se diferencia porque se come al revés, primero las carnes (morcillo de ternera, gallina, lacón, chorizo, morcilla curada, tocino, oreja, morro, pata y el sabroso relleno de gallina) troceadas en su justa medida y acompañadas con ensalada de lechuga y cebolleta fresca, a continuación los garbancitos maragatos con repollo y piparras (guindillas verdes) y por último la sopa de fideo.
Para rematar natillas al caramelo con mantecadas de Astorga, y para disfrutar de la sobremesa café de puchero infusionado con clavo y canela (delicioso seguro que repites!) Y como broche final para tener una excelente sobremesa tomamos un licor de hierbas digestivo.
Respecto al origen de esta peculiar forma de comer el cocido hay diferentes teorías.
Las leyendas populares cuentan que cuando los franceses llegaron a estas tierras en el siglo XIX, ante la posibilidad de que se desatara una batalla optaron por degustar primero la carne y si les daba tiempo la sopa, ya que era preferible que sobrasen la sopa! Aunque después tan contundente comida cualquiera estaba para lidiar batallas!!
La teoría más creíble y la que cuentan los mayores de la zona es la de la tradición arriera.
Cuando los maragatos, recorrían las tierras de España como arrieros llevaban las carnes curadas y garbanzos de secano para preparar el pote a la lumbre. Si comenzaban con el caldo, las viandas se enfriaban, así que empezaban a comer lo sólido y terminaban con el caldo caliente y si sobraba algo que fuera el caldo.
¿Tú con cual te quedas? Sea cual sea acércate y prueba que terminar con el menú completo es todo un reto!!
Puedes encontrar la Casa Coscolo en :
Calle la Magdalena 1
Castrillo de los Polvazares.(León)
987 69 19 84
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Viajar al paladar 