En el noroeste de la provincia de León, en el impresionante Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre, te espera un secreto natural que pocos han explorado: el Lago Ausente, un lago glaciar que descansa a 1,740 metros de altitud.
Desde el momento en que vimos las primeras fotos del Lago Ausente, supimos que era un destino imprescindible. Su nombre evocador, el azul turquesa de sus aguas y los picos que lo rodean, invitan a preparar la mochila y comenzar la aventura. Si estás pensando en disfrutar de esta ruta al Lago Ausente, te contamos cómo llegar y todos los detalles de la ruta. ¿Nos acompañas?

¿Dónde aparcar en el lago ausente?
Si tu también quieres disfrutar de estas vistas, debes dirigirte a la estación de esquí de San Isidro en la montaña Leonesa, te recomendamos dejar el coche en el aparcamiento del Circo Cebolledo, de esta forma te “ahorraras” 2 km de caminata desde el aparcamiento principal de la estación, si vas fuera de la época invernal, no habrá ningún problema para aparcar.
¿Cómo legar al lago ausente?
Al llegar al aparcamiento, encontrarás a la izquierda una pista ancha señalizada con un cartel explicativo sobre el origen glaciar del Lago Ausente. Esta pista es el inicio de la ruta, bordeando la Sierra de Sentiles y bien marcada con señales blancas y amarillas, por lo que no tiene pérdida.
Aproximadamente a un kilómetro del inicio, la pista se bifurca, ofreciendo dos opciones:
Opción sencilla: Continúa por la pista original, la cual es más accesible y perfecta para familias o senderistas menos experimentados.
Opción de cresteo: Toma el desvío a la derecha y recorre los picos Requejines y Ausente. Esta variante es más exigente, pero las vistas panorámicas del valle recompensan el esfuerzo.

Cuidado!! Si optas por la opción sencilla, cerca del final de la ruta, presta atención a las señales balizadas. Aunque pueda parecer que el camino sigue recto, hay un giro a la derecha donde la pista se transforma en una empinada senda de montaña que lleva directamente al Lago Ausente. Este tramo final es más exigente, pero la vista al llegar lo compensa con creces.
Las aguas del lago, cristalinas y cambiantes según la incidencia del sol, muestran colores que van desde el azul turquesa y añil hasta verdes y rojos, proporcionando un espectáculo visual inolvidable.

Ascenso a la peña requejines
Si te queda energía, no pierdas la oportunidad de ascender desde el Lago Ausente a la Peña de Requejines. Las vistas del circo glaciar desde allí son impresionantes, y en días despejados, incluso puedes ver el mar Cantábrico si la niebla lo permite.

Leyendas del lago ausente
Y como cada lugar con encanto tiene su propia leyenda, los lugareños cuentan “que una joven labradora volvía del campo con su carro de vacas, pero tuvo la mala fortuna de caer al lago y desaparecer bajo las aguas. Para intentar salvarse estiró su mano y arañó la tierra, dando origen a la fuente con cinco manantiales que brotan al otro lado de la tierra. En las noches de luna llena todavía se oyen los gritos de la joven desde lo más hondo del lago”. También hay quienes cuentan que la real historia del lago es “la de una vieja avara y egoísta que vivía en un poblado que aquí se localizaba. Sus vecinos, hartos de soportar las manías de la anciana, acabaron por abandonarla en el pueblo. Según esta historia, una fuerte tormenta de nieve sorprendió una noche a la anciana, sucumbiendo en este lugar a pesar de sus gritos pidiendo ayuda y quedando el pueblo sepultado en el fondo de la montaña”.
Una vez en el lago y si los “gritos” de la anciana te lo permiten 😉, disfruta del lugar, del silencio y del entorno porque merece la pena. Y después de un buen rato haciendo fotos es hora de volver por el mismo camino hasta el aparcamiento.
Recomendaciones para la ruta al lago ausente
- Inicio: Aparcamiento de la Estación Invernal de San Isidro.
- Recorrido: Aproximadamente 6 km ida y vuelta.
- Equipo: Lleva agua suficiente, ropa adecuada y calzado de montaña. La ruta es sencilla, pero ten en cuenta que no hay sombras, especialmente en verano.
- Clima: Consulta la previsión antes de ir, ya que el clima de montaña puede ser impredecible.
- Track de la ruta: Descubre el lago ausente sin perderte con el track al completo desde la estación de San Isidro
Visita al lago Isoba
Si aún te has quedado con ganas de disfrutar de lagos glaciales, te recomendamos que en tu camino de vuelta por la carretera LE-332 dirección a León, hagas una parada en el pueblo de Isoba.
Justo al lado de la carretera podrás disfrutar del lago glaciar «Lago Isoba». Este se sitúa a 1120 m de altitud, en el paraje denominado la Vega Fonda, muy cerquita del pueblo de Isoba.
El lago de Isoba se encuentra flanqueado por los picos de San Justo (1954 m) y Los Niales (1754 m). En sus alrededores puedes visitar un refugio y una antigua palloza o chozo, que se encuentra restaurado.
Es un lago pequeño pero no falto de encanto, tiene una superficie de cuatrocientos metros de perímetro y hasta cinco metros de profundidad en la época de deshielo. Sin duda lo que hace especial de este lago glacial es sus tonalidades de un azul intenso, muy apreciadas por los amantes de la fotografía.

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