La aventura comienza disfrutando de los espectaculares paisajes que nos brinda la estrecha carretera que atraviesa el Parque Natural de Montes Obarenes – San Zadornil, siguiendo el Río Ebro y de paso apuntando nuevos lugares para próximas excursiones.
A medida que nos vamos acercando, a los pies de los Montes Obarenes, encaramada sobre la abrupta plataforma de toba conocida como «La Muela», se divisa desde lo lejos Frías, una ciudad medieval que conserva todo su encanto e historia.
Al llegar al casco urbano nos encontramos con un amplio parking público donde dejar el coche y comenzar la visita.
¿Por qué visitar Frías? Te damos 7 razones para visitarla en un día.
1- Visitar la ciudad más pequeña de España, sí con apenas 250 habitantes tiene el título de ciudad desde que en 1435 fuese otorgado por el rey Juan II.
Podrás disfrutar del entramado de casas construidas sobre la roca de toba volcánica, y desde donde podrás disfrutar de las inmejorables vistas del valle de Tobalina.
2- Sentirte como un mercader medieval al atravesar su puente sobre el río Ebro. El puente es la puerta de entrada a las inmediaciones de la ciudad, según vas atravesando sus 134 metros de largo y sus 9 arcos, observamos con admiración su torre defensiva central y te das cuenta de la importancia que tenía dicho puente en el medievo.
Puesto que Frías fue un cruce de caminos, este era el paso obligado de mercancías desde el cantábrico hacia la meseta castellana y por tanto la torre era el punto de cobro del peaje o pontazgo, además de un punto defensivo sobre el río Ebro en tiempos de guerra.
Este enclave es un sitio obligatorio para los amantes de la fotografía ya que el puente tiene como telón de fondo la muela sobre la que se asienta la ciudad de Frías.
3-Acceder al Castillo de los Velasco donde debes seguir las siguientes recomendaciones:
- Caminar por la muralla y patio de armas que está en un excelente estado de conservación, lo que te hará imaginar cómo vivían los nobles y caballeros de Frías en épocas pasadas.
- Asomarte por los tres ventanales ajimezados románicos, donde estos harán de marco de las amplias vistas de las montañas que rodean el valle de Tobalina.
- Subir al punto más alto de Frías que no es otro que la majestuosa Torre del Homenaje, construida sobre un peñasco y que parece jugar con la ley de la gravedad.
- Y por último y no por ello menos importante, no te olvides de pasar por la Oficina de Turismo (que se encuentra al lado) y sacar la entrada, aportarás tu granito de arena a la conservación y mantenimiento de las instalaciones, puesto que por un precio módico de 2 euros encuentras unas instalaciones donde estas informado en todo momento de todo lo relevante del castillo.
4- Admirar la Iglesia de San Vicente, la cual tuvo una evidente función defensiva asociada al castillo. Un dato curioso es que la Iglesia que podemos ver ahora no es la original, esta se hundió en 1906 y su pórtico románico se puede observar en el Museo de los Claustros de Nueva York, se vendió para financiar la construcción de la nueva torre.
5- Contemplar desde el lado sur de la ciudad las casas colgadas que poco tienen que decir pero mucho que observar. Parecen desafiar a la gravedad, tanto es así, que podemos observar que son construidas tanto hacia abajo (excavadas en la roca de tobalina), como hacia arriba (superando las dos plantas, que es la altura típica del resto de casas de la localidad).
También podemos observar que están edificadas sobre la muralla original. Como curiosidad se encuentra un corredor o camino de ronda (pasillo protegido por almenas), que tiene una función defensiva. Ocupa parte del último sótano de estas viviendas y comunica todas ellas entre sí, mediante una serie de puertas de acceso a cada casa.
6- Degustar en cualquier de los restaurantes (La Roca, Ortiz, Fridas, Bilbao, el albergue…) de platos como la morcilla de Burgos, la olla podrida, lechazo, sopa castellana o el postre del abuelo.
Y no nos olvidemos de sus vinos, hasta el siglo XX contaba con una intensa actividad vinícola elaborando el característico chacolí.
También es recomendable degustar las lechugas de esta localidad, ya que parte de su extensión está dedicada a esta hortaliza.
7- Sorprender a tus retinas con las cascadas de Tobera. A poco más de dos kilómetros de Frías puedes quedarte maravillad@ con las cascadas del río Molinar que atraviesas las calles de esta localidad.
Aunque se puede llegar caminando desde Frías, si vas en coche os aconsejamos tomar como punto de partida el pequeño puente medieval que conecta la carretera con la ermita Ermita de Santa María de la Hoz (antigua hospedería de peregrinos del Camino de Santiago).
Seguiréis por el sendero marcado y señalizado, a lo largo del mismo hay diferentes puntos (pasarelas, puentes, salientes…) donde podéis tomaros instantáneas magníficas de las cascadas.
Te aconsejamos meterte dentro de la última cascada, si el caudal de agua lo permite y eres atrevid@ ;).
También puedes leer nuestras entradas:
- Cobo Vintage, el estrella michelín de Burgos del chef Miguel Cobo.
- De tapas por Burgos
- Como endulzar tu vida con las recetas de la burgalesa Raquel más que cookies.