Esta vez no hemos tenido que dar muchas vueltas para poner rumbo a nuestro nuevo destino, en esta ocasión nos desplazamos a León, la Capital Gastronómica de 2018. Es bien sabido que en esta tierra tu paladar degustará majares, tu estomago hambre no pasará y si te excedes con los licores, tu cabeza vueltas dará.
Cómo nos encanta experimentar sensaciones nuevas, decidimos buscar información y recomendaciones sobre donde podemos comer bien en León, que ya sabemos que se come bien en cualquier lugar! Entre todas las que leemos, nos llaman la atención aquellas experiencias vividas en el restaurante LAV, cuyo denominador común es que se vive una experiencia gastronómica divertida.
Justamente es lo que buscamos, una cata de productos locales de la provincia de León, pero con ese toque innovador que nos propone el chef Javier del Blanco en su menú de degustación y si le sumamos un maridaje divertido (si sigues leyendo sabrás por qué) a cargo de Daniel Giganto, la experiencia se antoja muy yummy.
El restaurante LAV se encuentra situado en la primera planta del Hotel Alfonso V. En una ubicación privilegiada, a la puerta de dos barrios que derrochan gastronomía por los cuarto costados, el Romántico y el Húmedo. Es por dicha ubicación, el origen del nombre de este restaurante, LAV «Laboratorio de Alfonso V», ¿no os parece una carta de presentación de lo más original? un lugar donde experimentar…
La entrada al restaurante LAV se realiza desde el citado hotel, vemos que esta correctamente indicada con un letrero en neón, cosa que se agradece, ya que la recepción del hotel esta próxima y podría llevar a equivocación.
Al atravesar la puerta, esta oscuro, no te esperas que puede haber detrás…………………….la aventura promete!!
En la entrada del restaurante nos espera como anfitriones Daniel Giganto y su equipo al más puro estilo First Dates. Aunque nos sorprende la juventud del equipo que conforma LAV, no podemos tener queja, ya que estuvimos atendidos e informados ( lanzamos preguntas por un tubo) en todo momento de forma excepcional.
El local cuenta con un diseño moderno, con una excelente luminosidad debido a los grandes ventanales que ofrecen unas vistas inmejorables de la plaza Santo Domingo.
Comenzamos nuestra experiencia gastronómica de una forma un tanto original, nos sentamos en el bar y nos entregan el menú degustación y unos rotuladores de colores.
El menú consta de nueve pasos, algunos de ellos sorpresa y otros los debemos elegir, cada uno de nosotros debemos marcar con nuestro color un aperitivo, una sopa o crema, un pescado, una carne y un postre, el resto… nos sorprenderán.
La carta de bebidas también es de lo mas original, a parte de la carta de bodega, nos ofrecen la opción de maridar el menú con un maridaje con alcohol o sin alcohol.
Mientras leemos la carta y marcamos nuestros siguientes platos, aparecen los bocados sorpresa, en primer lugar probamos un macaron de garbanzos pedrosillano con chorizo de León, espectacular la presentación, la mezcla de dulce y salado, es como si comieras los ingredientes principales del cocido en un bocado, después Pizzeta de botillo, que forma tan sorprendente de degustar este típico producto berciano!
Aún con el gusto en la boca y comentando los bocados, nos dirigen a la cocina, allí nos espera un showcooking, en la encimera nos encontramos con unos tubos de ensayo, si si habéis leído bien… unos tubos de ensayo, pero no contienen células ni soluciones químicas, si no una deliciosa sangría de sandia, mientas nos preparan en directo un tartar de vieira sobre crujiente de sepia, aliñado con alioli de plancton, perlas de wasabi, salicornia y lima, una mezcla de sabores que anima al paladar, aunque el paso por la cocina fue demasiado rápido, nos quedamos con ganas de ver que mas se cocía entre fogones ;).
Después de este inicio para «abrir boca» estamos seguros de que el resto también nos va a sorprender!
Llegamos a la mesa y el centro esta ocupado por un enorme pan de pueblo, de la panadería Luciano en La Magdalena, hay que reconocer que el pan de León es pan del de toda la vida! para acompañar un oloroso aceite de oliva infusionado con mandarina, manzana y cardamomo.
El primer plato para elegir entre quesadilla de flor de calabacín, aguacate, cecina y chile; atún con tomate LAV y oreja de cerdo, mole y vinagreta de mejillón, elegimos quesadilla y oreja, respecto a la quesadilla el sabor de la cecina brilla por su ausencia, quizás el queso se apodera de todo el sabor del plato. Además la tempura estaba un poco quemada, pero aun así la mezcla de sabores sorprende, los mismo que con la oreja y eso que no somos especialmente fans.
Para maridar Vermú LAV, un experimento de la casa cuya base es Vermú del Bierzo condimentado con ingredientes secretos y macerado, realmente es el mejor vermú que hemos probado!! que bueno estaba por Dios! decorado con lo que parecía una aceituna negra que después de la pelea que tuve con los hielos y lo que me costo sacar la falsa aceituna negra del vaso sin que se rompiera… no sabe a nada ;(, se me quedo una cara de decepción que aun me lo recuerdan jeje.
A continuación llegan las cremas y sopas en este caso es fácil… solo hay dos, sopa de lacón con repollo y changurro y crema ahumada de shitake y «huevo frito», el caldo de changurro muy sabroso y el «huevo frito» para no variar nos sorprende, es un huevo rebozado en panko cocinado a baja temperatura. Para maridar una sangría artesana lolea bien fresquita.
¿Maridar un pescado con cerveza? con cerveza artesana de León Brew Indie, es posible, una gran elección que combina a la perfección con la corvina y la merluza, ensalzando los sabores marinos de ambos productos. Corvina con ramallo de mar y berberecho y merluza con pimiento rojo, tapioca y berza son los pescados elegidos, debajo de la crema de berza había sorpresa jeje.
En las carnes la elección no era muy complicada, jarrete de ternera y su hueso y paletilla de lechazo a baja temperatura con boniato, coladilla y escarola.
Tanto la ternera como el lechazo estan cocinados a baja temperatura, se nota en la textura y en el sabor, deliciosos, el «falso hueso» no sabes si es un hueso decorativo o realmente se puede comer…que creéis? pues que se puede comer!! es un hongo relleno de foie simulando el tuétano! inesperado! el lechazo exquisito, sabroso acompañado de boniato en diferentes texturas, crema y chips, nos encanta el boniato y la combinación no puede ser mas acertada.
Acompañamos la carne con un reserva, vino tinto Don Suero, elaborado con uvas prieto picudo.
Terminamos los platos fuertes y para dar paso al momento dulce un pre-postre sorpresa servido en un vaso de precipitados, es una espuma cítrica elaborada en sifón, refrescante y suave.
Llega el momento de los postres Magnum de arroz con leche y tarta de manzana, chocolate blanco, Valdeon y sidra acompañados de un cóctel marca de la casa, Sweetginger, mezcla de licor 43 y tónica con hilos de chili, no te imaginas que una mezcla tan explosiva este tan rica!! es el momento relax.
Para terminar la experiencia petit fours: macaron de plátano, chocolatina de mandarina y tierra de chocolate blanco y cafe.
Que decir de esta experiencia! que nos lo pasamos genial, disfrutamos nos reímos y salimos con una sonrisa de oreja a oreja y agujetas en los mofletes.
Os recomendamos que si tenéis la oportunidad de ir, no vayáis con prisas, y predispuestos a que os sorprendan :).
Lo mejor de todo es que cada dos meses cambian el menú, por lo que os hemos contado aquí es nuestra experiencia y vosotros viviréis una diferente, gastronomicamente hablando, pero con la esencia de LAV, donde disfrutareis de una velada degustando los platos y productos típicos leoneses reinventados.
Restaurante Lav
Avenida Padre Isla 1, León
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Un comentario sobre "Restaurante LAV, comer de forma divertida en León"